Osvaldo Jaldo estuvo en la consideración especial de la Casa Rosada desde el día que presentó su ajuste fiscal a la tucumana. El gobernador pasó a ser uno de los mandatarios provinciales con mejor sintonía con el mundo libertario. Una prueba de ello es la relación política y de poder territorial que construyó con el ahora jefe de Gabinete de la Nación, Guillermo Francos. El anuncio del reemplazo de Nicolás Posse lo encontró anoche en su domicilio, haciendo zapping. E inmediatamente se comunicó con el también ministro del Interior. Sólo espera que el presidente Javier Milei defina cuándo y dónde asumirá Francos la nueva función para que el tranqueño viaje hacia la Capital Federal.
La Jefatura de Gabinete de Ministros de la Nación no es un área desconocida para el peronismo tucumano. Con anterioridad, Juan Manzur debió pedir licencia para que en septiembre de 2021 asumiera ese cargo en tiempos de Alberto Fernández en la Presidencia de la Nación. La licencia del ex gobernador duró más de 500 días, en los que Jaldo pudo probarse el traje de gobernador hasta meses antes de la asunción. Manzur desparramó fondos por toda la geografía nacional, especialmente la de tinte justicialista. Desde ese cargo, en la oficina del primer piso que da a Balcarce 25, digitaba la relación con los gobernadores, en el tándem construido con el entonces ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, una relación que aún sigue siendo estrecha. No pasa lo mismo entre Manzur y Jaldo. Más allá de que no hay agresión ni mal clima entre ambos, la frialdad en el trato es notoria.
El vínculo entre el gobernador tucumano y el flamante jefe de Gabinete de la Nación terminó de consolidarse el 26 de abril pasado, cuando Francos desembarcó en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno y se encontró con una convocatoria justicialista, rodeado de legisladores, intendentes y comisionados rurales, entre otros invitados. “Muchas gracias por el acompañamiento”, fueron las palabras de Francos en la despedida con Jaldo, tras disertar en el Hilton Garden Tucumán, durante el Foro Económico del NOA, organizado por la Fundación Federalismo y Libertad. La celebración es doble porque un tucumano quedará a cargo de la Secretaría de Interior: Lisandro Catalán.
Esta mañana, en los pasillos de la Casa de Gobierno, se escuchó de un jaldista una ironía que dice mucho: “¡por fin Tucumán tendrá más conectividad con un jefe de Gabinete de la Nación!” Sobran las palabras por el estado de situación interno entre los máximos referentes del distrito provincial del Partido Justicialista.
¿En qué contribuyó Francos para facilitar la gestión gubernamental de Jaldo? La enumeración de acciones tiene que ver más con lo financiero, pero con una orientación institucional y política muy férrea. El ministro del Interior gestionó la refinanciación de la deuda tucumana con el Fondo Fiduciario para el Desarrollo Provincial, lo que le permitió a Jaldo reprogramar los vencimientos de un compromiso estimado en $ 80.000 millones. Además, contribuyó a la obtención de los anticipos financieros por $ 60.000 millones con los que la administración provincial pudo prescindir del descubierto y cancelar, en tiempo y en forma, los salarios estatales durante los primeros meses de este año. Una más: Francos fue el mediador ante la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, para que esa cartera gire recursos con el fin de avanzar en la construcción de la cárcel de Benjamín Paz.
A cambio de todo eso, Jaldo se diferenció de sus pares justicialistas cuando el presidente Javier Milei clamó por el acompañamiento de las provincias a la Ley Ómnibus, primero, y ahora a la Ley Bases y al paquete fiscal. Eso le costó al tucumano un rosario de críticas peronistas. Aún así, levantó la apuesta y conformó, en la Cámara de Diputados, un bloque propio (Independencia), integrado por Agustín Fernández, Elia Fernández de Mansilla y Gladys Medina, alineado a la Casa Rosada.
Francos seguirá construyendo espacios de poder para lo que queda de la gestión del economista libertario. Ya tiene una pata menemista y también otra peronista (no kirchnerista) corporizada en Jaldo. A él pueden sumarse en el corto plazo otros mandatarios. La llegada de Francos a la Jefatura de Gabinete abre otra posibilidad: que el 9 de Julio Tucumán sea más capital de la República que otros años. En eso se trabaja, con y sin Pacto de Mayo.